sábado, 16 de abril de 2011

Manuel Ortega

Sobre Manuel Ortega se nos acaban las palabras. Escritor, creativo, DJ, crítico de cine, vitalista, único.
Viene de la provincia de Cádiz, y también de Madrid. Viene a hablar de cine, y también a pinchar música, y también a hablar de poesía. Tiene años de experiencia en todo, y también es un niño nuevo. Juega, y también va en serio.
Acaba de publicar el volumen colectivo 'Un zumo de tres sabores o un itinerario compartido' junto a los poetas Iván Mariscal y David Franco Monthiel. Y anteriormente publicó el libro de relatos 'Persiga a esa góndola'. En la web podemos encontrar su blog 'Las cosas serias', también enlazado aquí a la derecha. Y actúa como DJ junto a Javi Pulido bajo el nombre Durán i Lleida dj's.
De momento, y a la espera de conocerle directamente, dejamos algunos poemas suyos:


MEDIOMIEDO

El miedo es el que me hace dormir por las noches

yo lo sabía, me dijo aquel zíngaro, yo lo sabía

tuve una pistola y tuve una mariposa, dije

ahora ya nadie quiere contarme con los dedos,
es 
como aquel niño que mató un pájaro de dos tiros.


LOS COCODRILOS

O cuando un poema late hacia alguna parte.
Lo estuve pensando y no hay casi más
Terminar el contrato, certificar el odio,
separar el grano y llenar de paja la noche
inamovible del túnel de instantes. Los cocodrilos
lavaran sus patas en la sangre de nuestros ojos y los niños
contarán historias para no morir a sus abuelos.
La prensa, siempre oportunista, hablará de suicidio colectivo.


LA CRISIS
 
Sobre, vivo dentro, mato siento,
quise, dije, logro, pago, vine, verme
rasqué, comí, pienso, seré, luego
resisto, caigo, fuera del tiesto,
me ofusco, no respiro, las plantas
los prontos, los pleitos, recién
nací, perderé, hoy que mal te veo,
nubes, lo que quiero decir, nubes,
lo que te quiero contar, nubes, que estoy
lloviendo, y no me puedo detener, y lágrimas
que se confunde en la rubia como lágrimas, ante.
 
Bajo, camino por una calle con las venas cortadas,
sé que el frío no tardará en cicatrizarse,
me fumo el resto de una civilización podrida
sonrío, mitifico, hago cuentas, me hago mayor,
robo todas las imágenes de los espejos retrovisores
soy el candado de las motos asilvestradas, con
una revista tras la oreja, transito. Prepongo
irnos de fiesta, emborracharnos, embarrarnos, embebernos.
Tras la deliberación, la liberación.
Y luego, mañana, en la tele, y en los supermercados, la crisis.


LA SOLEDAD

Cuando se levantó vi sudor
en la tumba y una frase tras otra
"No. Sí. No porque no, no porque es verdad
que es no" El despertador tenía días pendientes
y cogió un tren y lo destrozó. Él quería ser igual, así,
pero su garganta temblaba al perder la voz y la boca
era un amasijo de dientes escondidos dentro de los labios.
Prietos. Pulsar el botón. Transcribir en morse un adiós. Roncar.
 
Supe que quizá se acercaba la meta y que tal vez había perdido
para siempre las ganas de emprender. Silbé despreocupado,
cogí una lata de cerveza, otra de membrillo y detuve el tiempo
Con una pedrá espacial. Especial. Espicial. Espichar.
Es pi, cha, boludo. Es pichí pachá.


LA COMPAÑÍA

La ley tiene los vientos que temen los días,
ayer puse mi nombre a una calle que se marcha,
la ruta siente los ríos que suenan silenciosos,
hoy predico desierto de fronteras, un tren sale
los caminos se estrechan y miro entre las piedras,
mañana consumaré lo que me adelgaza
un corazón, la oscuridad, el destino, tú.


LA MUERTE, LOS RECUERDOS.

Puedo saber conquistar
si quisiera el sol y así en el sofá
calentar el reloj de arena y el confort
nada que no sea ser y sentir ser sin tirar
de manta ni de flor, tu olor es la paz
cuando me acerco te acurrucas un poco así
y yo canto (y bailo) una canción que el sol
pronto instaurará su monarquía por dos
y digo yo habrá que desayunar a qué sí.

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